Sobre una libélula… Te voy a contar
Cierta vez en el fondo de un viejo estanque vivĂan un grupo de larvas que no entendĂan por quĂ© cuando alguna de ellas ascendĂa por los largos tallos de los lirios hasta la superficie del agua estas nunca más volvĂan a descender donde ellas estaban.
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Se prometieron una a otra que la prĂłxima de ellas que subiera hasta la superficie, volverĂa para decirles a las demás lo que le habĂa ocurrido.
Poco después una de las larvas de libélula sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie.
ComenzĂł a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera se parĂł a descansar sobre una hoja de lirio. Entonces experimentĂł una transformaciĂłn magnĂfica que la convirtiĂł en una hermosa libĂ©lula con unas alas bellĂsimas
TratĂł de cumplir su promesa, pero no le fue posible todo intento fue en vano. La libĂ©lula comenzĂł a volar de un extremo al otro de la charca desde donde podĂa ver a sus amigas sobre el fondo.
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Entonces comprendiĂł que incluso si ellas a su vez hubieran podido verla, nunca habrĂan reconocido en esta criatura radiante a una de sus compañeras transformada en una bella libĂ©lula la cual nunca hubieran imaginado.
El hecho de que después de esa transformación que llamamos muerte, no podamos ver a nuestros amigos o familiares, ni comunicarnos con ellos no significa que hayan dejado de existir. No están aquà se fueron a otro lugar para cuidarnos desde allà con una vista diferente.
«La muerte no es más que un cambio de misión.»
Tomado de: «Cuentos para crecer y curar» (M.D). Editor: Nation3D